viernes, 16 de enero de 2009

LA MALDICIÓN GITANA
















Caminaba por una vieja calle del centro de la ciudad cuando fui interceptada por una mujer, la vieja parecía gitana. Su pañuelo gigantesco brillaba bajo el sol. Quise preguntarle por una calle y me dijo estirando la mano: cinco soles si quieres que te hable. Quise decirle no tengo pero por una extraña razón ya había llevado mi mano al bolsillo. Le pagué y me extendió un papel escrito por ambas caras, verde por un lado y amarillo por el otro, y me dijo: si quieres que te vaya bien elige este lado, si deseas que te vaya mal lee la cara de atrás.
Me reí. ¿Acaso alguien quiere que le vaya mal? Tomé la hoja, la miré a los ojos y ella insistió: aunque no quieras, tú escoges. ¿Cómo quieres que te vaya? ¿Mal o bien? ¿Con qué pagina te quedas? Que te pase lo que quieras que te pase.

1
Yo te bendigo. Con sólo leer este texto estás bendita y todo lo que desees se cumplirá. Porque mi bendición te hará sabia, pues no te ayudará a conseguir tu objetivo sino tus medios. Me explico. Si quieres volar no lo harás por mi bendición: lo harás porque yo te dije, simplemente, que primero te compres las alas. Si quieres viajar yo no te regalaré el destino sino el primer paso hacia New York, Buenos Aires o Katmandú. Yo te bendigo y eso hará que juntes tus monedas, que te tomes un vino menos para que tu viaje se acerque un día más. Te doy la bendición de los pequeños detalles, te regalo la alegría de entender que en cada decisión minúscula se esconde la inmensa meta, el super objetivo, el grand finale. Deja de gastar en pequeñeces y obtendrás lo grande. Deja de perder tiempo en leer blogs y vivirás La Vida. Deja de regalarte a ti mismo, gramo a gramo, y llegarás a pesar como una montaña de oro que vence al tiempo y es admirada por todos.

No pude evitar darle vuelta a la hoja. No debí hacerlo.

2
Te maldigo por el sólo hecho de leer este texto porque al hacerlo, tú misma escogiste ser maldita.
Te condeno al trabajo forzado más imperceptible de todos: te convierto en un postergador.
Te condeno a procrastinar.
Querrás volar pero dejarás para mañana la compra de tus alas.
Querrás escribir y simplemente no abordarás la hoja en blanco, con cualquier pretexto.
Querrás cambiar el mundo pero te quedarás sin hacerlo porque ni siquiera podrás cambiarte el pijama.
Te condeno a postergar todo lo que desees hasta el final del 2009, donde volverás a desearlo y al recordarme, volverás a fallar.

Mire al cielo, asustada. Me sentí mal. Cuando volví a observar la hoja me sorprendió ver que era de color blanco por ambos lados y que sólo tenía el siguiente texto:

3
Pero si has leído ambas caras, sólo si leíste ambas, te libero y te condeno.
Te condeno a ser feliz gracias a tu curiosidad.
Te libero del miedo y de toda maldición.
Si eres de los que lee el horóscopo completo, tu destino es elegir tu destino: ser Cáncer cuando quieras energía y ser Piscis cuando necesites abrir tu alma.
Si te atreves a leer esta tercera página en la hoja, eres libre.
Creativa.
Diferente.
Y eso es tu premio y tu carga.
Te condeno a ser escritor o escritora. Lo lees todo. Lo sabes todo y puedes escribirlo todo.

Me reí.Y pense ¿Era un truco de magia? Volví a mirar la hoja detenidamente, una vez más, y ahora estaba en blanco. No había nada en ninguna cara. Nada. ¿Era una tinta especial? ¿Me lo había inventado yo? ...mire al rededor y la vieja ya no estaba. No insistí en buscarla. Saqué un lapicero. Me senté en el parque. Me puse a escribir sobre el papel vacío y escribí esto. Exactamente esto que tienes delante y que se desvanece en el aire mientras lo lees...
Bueno creo que perdí 5 soles pero a cambio gane una buena historia
y lo único en que fallo es que no soy de profesión escritora pero sí escribo, como lo hace todo el mundo...y támbien pienso que cada uno forja su destino.. o no?...Qué creen ustedes??:)



Elige tu destino. La página está en blanco.
Escríbase, cúmplase y celébrese.

1 comentario:

SUIMAR dijo...

Yo suelo parar por el centro de Lima, y también pierdo dinero. En esos hermosis sitios del Jiron Quilca y sus bares, y sus tiendas de libros, y sus puestos de discos. Es genial perderse ahí.